Subceleste

Conecta tus ganas de reír luego de que algo termine por salir a la superficie. Acepta todo lo que no se pueda masticar a ojos cerrados. Mira que, tanto el hambre, como las ganas de inaugurar una exposición de cerillas en tus ventanas naturales, contendría la respiración de curadores autistas. Y es domingo y primero de mayo. Todo lo que hay por decirte, prende. Ya la foto. Pin. Tablero. ¿Viste? Lo que puede llegar a ser costumbre lo conviertes en baile callado. Lo que pudo llegar a cerco: lumbre y, qué loco, te viertes roja como en el cuarto de revelado. ¿Mientras? Yo construyo terminales para el vuelo.

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